MANO DE CERDO RELLENA
Las MANOS DE CERDO RELLENAS, son una de estas preparaciones y no precisamente de las más fáciles, deshuesar una pata es un trabajito. Porque la cuestión está en no destrozarlas y lograr que queden, en lo posible, reconocibles como lo que son.
Para dar ideas de posibles rellenos, están las de foie, las de perdiz, las de mollejas de cordero, las de morcilla (arroz, cebolla….), os propongo de gamba y de salchicha.
INGREDIENTES:
PARA LAS MANOS:
PARA EL RELLENO:
- GAMBAS
- SALCHICHA/BUTIFARRA
- PARA LA SALSA DE GAMBAS:
- LAS CABEZAS Y PIELES DE LAS GAMBAS
- PIMIENTOS ASADOS
- TOMATE SECO
- CEBOLLA BLANCA Y MORADA
- VINO BLANCO
- PIMIENTOS SECOS
- PIMENTÓN PICANTE
- TOMATE SECO
- CEBOLLA BLANCA Y MORADA
Pediremos al que más sabe, nuestro carnicero, que nos parta la parta por el centro, cortando por la parte de la almohadilla, pero sin hacer dos trozos solamente abriéndolas. Las ablandaremos en olla rápida más o menos 10 minutos a fuego flojo; junto con el romero, el laurel, la sal y los granos de pimienta.
Hay que esperar a que se entibie, caliente no se puede trabajar y frio menos; con paciencia y una puntilla afilada para que corte, iremos retirando los huesos, mi experiencia dice que primero los mas grandes y que intentéis quitar manualmente los que se puedan dándoles pequeños giros a un lado y a otro.
Asamos los pimientos y una vez reposados, los pelamos y la cebolla la partimos al gusto, a mi me gusta que se deshaga por lo que la he partido muy fina y en trozos muy pequeños.
Pelamos las gambas y reservamos su carne, las cabezas y pieles las freímos con poco aceite una vez bien fritas las cocemos primero con vino blanco y cuando se evapore y espese con agua, al llegar al punto deseado, pasamos el contenido de la olla por un pasapurés y guisamos a fuego lento la salsa, añadiéndole la cebolla y el tomate hidratado, pelado y troceado (yo le quito las partes duras), cuando la salsa este en el punto que nos guste la espesamos con harina de maíz, agar agar ó lo que tengamos por costumbre usar y añadimos los pimientos asados, cortados como nos apetezca, pensad que si los partís demasiado pequeño, desaparecerá en la salsa. Esta salsa normalmente no se sala ya que el caparazón de la gamba frito es sabroso de más.
Por otro lado raspamos lo pimientos hidratados, hasta sacar toda su carne, retirando previamente sus pepitas y el rabo; en un olla sofreímos la cebolla hasta que esté transparente, bajamos al mínimo el fuego y añadimos la carne de los pimientos, el tomate hidratado, pelado troceado, el pimentón y agua de la cocción de las manos, lo dejamos cociendo hasta que esté trabado. El caldo queda con la sal de la cocción, por lo tanto antes de que esté totalmente trabada la salsa, probadla y en su caso rectificad la sal.
Yo uso para este proceso la primera agua de cocción ya que siempre entra algo de líquido en el paquetito.
Dejamos entibiar, para poder sacar las manos de los paquetes sin que se abran; emplatamos, salseamos y servimos.
Si están frías, se dejan manipular mejor, partidas en rodajas como si fueran un embutido quedan perfectas, se salsean en caliente o se les da un pequeño golpe de calor en sartén o (no os asustéis) en el microondas a bajísima intensidad.
La manita resiste bien ya que su propia gelatina la reserva bastante, por tanto se puede reservar varios días, si se congela habrá que tener exquisito cuidado en descongelarla muy lentamente, si no se deshará del todo.
Buen provecho y a disfrutar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario