En la fascinación de un niño que crece, están casi siempre sujetos que para su mente son interesantes y que para sus padres (madres?) no son, normalmente, de lo más recomendable; pongamos el año 71 ó 72, así lo veo en mi recuerdo, llegar a la puerta de Purchena y comprobar que dos cosas siempre estaban allí, el cañillo y el kiosco Amalia, ya era un hombrecito y me magnetizaba el personal que pululaba por la zona; sobre todo alrededor del Kiosco Amalia, loteros, pedigüeños, limpiabotas, gente de boina, gente de corbata, publico llamativo donde los hubiera ………………………., desde entonces soy un seguidor del mismo, pasan los años pero no la diversidad de individuos que por el entorno pululan y mis dos compañeros siguen, el cañillo me lo han cambiado de acera pero el kiosco NO, este continua en su lugar.
La acuarela que acompaño es de José Antonio Canteras Alonso, si tenéis tiempo visitad su blog, se conoce Almería y la vive como nadie.
El kiosco, que, según he podido averiguar, inicio hace más de 100años Amalia Fenoy, mantiene sus señas de identidad y sobre todo sus tres especialidades, que hace años copiaban en muchos establecimientos y que hoy tan solo las mantienen ellos.
Por el propio orden que ellos las proponen son: AMERICANOS, QUEMAILLOS Y JABEGAS
Las recetas son por observación y como siempre digo, las cantidades las ponen ellos, por que las conocen y los demás ………… según les guste.
AMERICANO: Leche muy (MUY, MUY, MUY) caliente, licor de kola, cascara de limón (sin el blanco), azúcar y encima un toque de canela.
QUEMAILLO: Calentar el brandy
en un recipiente que aguanté, poner un trozo de limón (cascara y pulpa) y granos de café, azúcar y servir; quemar el alcohol al gusto y verter en un vaso retirando todo lo que flota, por fin degustar.
Para las JÁBEGAS deberemos esperar al buen tiempo, ya que su principal ingrediente, el granizado de limón, es producto de temporada.
(EN MEMORIA DE MI MADRE AMALIA GARCÍA DE LARA, CADA DÍA TE RECUERDO)
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